Me gusta esta foto, y no por la foto, valga la rebuznancia, sino por quien aparece, Pablo Pertejo, uno de los grandes de las carreras populares Leonesas.
Dicho esto y agradeciendo a Mª Ángeles las valiosas fotos que nos ha hecho a cada uno de los corredores empiezo con la crónica, que será rápida y sobria no como corrí yo el otro día, despacio y ebrio.
Llegamos a Saelices sin dormir, bueno el único que no durmió nada de los que corrieron fue quien escribe, para variar, medio borracho y con la música de la discoteca retumbando en mi cabeza, así llegué, y no marché mucho mejor. No había entrado en casa desde el día anterior a las 9 de la mañana cuando nos fuimos a las cuevas de Valporquero, actividad que hacía de chupinazo a la despedida de Víctor.
Pummmm!!!! Salí desde atrás, creo que fui uno de los que más atrás salio, empecé a remontar siempre con mucho ojo para no darme contra alguna esquina y cuando me dí cuenta estaba delante, justo cuando también me percaté que algo iba mal, que ni las piernas ni la cabeza, ni nada funcionaba con normalidad, vale, ahí me paré eché un trago de agua y a terminar, que ya es más que suficiente, un progresa diría yo. Y terminé (así somos los corredores, tenemos que estar realmente mal para actuar bien).
Al final con lo que me quedo es con la sandía, riquísima, para mí lo mejor de la carrera, además de la buena compañía, a la cual espero no haber afligido en demasía.
Una buena mañana y otra manera distinta de combatir la resaca.
PTA: Y van y me regalan una botella de vino, si es que lo debo llevar escrito en la frente!!!
Un saludo
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