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martes, 25 de febrero de 2014

Middletown's Classic 10Km Road Race y anexos

Cuando observo la imagen que he puesto más abajo no puedo por menos que sentir envidia y admiración por muchos atletas de los años 70 y 80. Envidia de un atletismo que no volverá, de duelos épicos y atletas que corrían en récord del mundo un 1500 y unas semanas después se batían en duelos agónicos por las calles de cualquier pueblo estadounidense sobre 10km. Siento admiración por esos "súper hombres" que hacían fácil lo que hoy día ningún atleta es capaz de hacer. Su cercanía, sus ganas de pasar a los anales de la historia como uno de los grandes corredores de todos los tiempos les daba un matiz competitivo y un halo místico que al menos yo, no encuentro en ningún atleta actual.

Si bien es cierto que en los estados nos llevan la delantera en cuanto a carreras populares se refiere y al "boom" del atletismo amateur pero hoy en día y desde hace una década en nuestro país se ha producido lo que en estados unidos pasó hace 40 años y sigo sin ver que este movimiento encumbre a atletas de tanta personalidad y peso atlético como lo hizo el movimiento homónimo en América del norte.

Será que ya no quedan atletas como los de antes, o que con el tiempo todo toma un matiz brillante y atletas como Frank Shorter, Rob DíxonBill Rodgers, Ron Clarke, Steve Prefontaine, Ron Hill, Lasse Víren, Alberto Salazar, Steve Jobs, Craig Virgin o Dave Wottle no son sino lo que amantes del atletismo como yo quieren que sean, mitos, leyendas de éste deporte.


Cuando Salazar corrió en la maratón de los Ángeles 84 con esa camiseta perforada al límite de la legalidad seguro que tenía en la cabeza la foto que estáis viendo de Frank Shorter en los 10 Km de su ciudad natal, o mejor dicho, de su padre. Middletown es una ciudad pequeña del condado de Orange en Nueva York y que Frank Shorter siempre ha considerado su casa. Allí, en su casa venció la primera y la segunda edición de esta clásica carrera, en 1981 y 1982. Esta instantánea es del año 1982, sin dorsal, sin camiseta, corriendo en 29 minutos un durísimo 10 km y ganando a nada más y nada menos que a Rob Díxon, atleta Neo Zelandés rapidísimo que compartía con Shorter algo en común, ambos fueron medallistas olímpicos en los mismos juegos, unos que a mí me encantan, los de Munich 72.

Rob Dixon fué bronce en los 1500 por detrás de Pekka Vasala y Kipchoge Keino, casi nada. Ya en 1976 Rob se tuvo que conformar con la 4ª plaza de los 5000 metros de las olimpiadas de Montreal, carrera que ganó Lasse Víren igual que shorter se vio desplazado al segundo peldaño de la maratón por Waldemar Cierpinski. En esta maratón Olímpica Lasse Viren intentó hacer el triplete que consiguiera Emil Zatopec en Helsinki 1952 al ganar el 5000, el 10000 y la maratón en los mismos juegos olímpicos, pero aunque ganó el cinco y el diez, Víren "solo" pudo ser 5º en la maratón. Por cierto, en esta maratón participó un leonés, Antonino Baños que quedó en el puesto 51 con 2:31:01.

Éste año, 1982 en el que Shorter ganó a Dixon, este último venía de cosechar un fantástico 3º puesto en los mundiales de campo a través. Aún así el de el pecho descubierto y melenas al viento lo ajustició por las calles de Middletown.


El año anterior, en 1981 Shorter se pasaba por la piedra en esta misma carrera a otro grande como fue Bill Rodgers, cuatro veces ganador de la maratón de Nueva York, una de la de Amsterdan, otra de Fukuoca y otras cuatro de la maratón de Boston. Cuando pienso en Bill Rodgerts no puedo por menos que verle atándose una zapatilla en el maratón de Boston de 1975 para después ganar haciendo record Americano y bajando por primera vez de 2h10min en el circuito de Boston. Le quitó el record a el veterano Ron Hill y estableció la nada desdeñable marca de 2:09:55. Cuando miro la foto me viene a la cabeza otro atleta leonés.

Esta carrera, al igual que la Falmouth road race son dos carreras con muchísima solera y con muchísima historia pero para mí son sobre todo el nexo de unión con la historia reciente de lo que son hoy día las carreras populares. Tanto la Fatmouth road race como los Middletown's Classic 10Km son pruebas que yo asocio con Frank Shorter. La primera se creó gracias a él y esta segunda fue la niña de sus ojos, la carrera de su casa que apadrinó y en la que todavía el año pasado entregó los premios.

Los estadounidenses consideran a Frank Shorter, Bill Rodgers y Steve Prefontaine los responsables del gran auge de las carreras de fondo en Estados Unidos durante la década de los años 70. Yo me aventuro a afirmar que no solo fueron la motivación y la referencia para el atletismo estadounidense sino que sin quererlo se convertirían en el referente de generaciones y generaciones que soñamos con correr desbocados por las calles de nuestra ciudad, a pecho descubierto

Aquí os dejo un enlace con la página web de la carrera que se disputa el fin de semana del 1 de Junio. Esta será su 34º edición: http://classic10k.com/





miércoles, 30 de enero de 2013

La gacela negra

Wilma Rudolph sufrio a los seis años un ataque de poliomelitis que por poco la deja lisiada para el resto de su vida. Pero con tesón y fuerza de voluntad se convirtió en la mujer más rápida del planeta.

Wilma Rudolph fue la vigésimo hija de los veintidós que tuvieron una pareja de obreros de Clarksville, Tennessee y aunque el gran público la recuerda en lo más alto del podio de los Juegos Olímpicos de Roma 1960 la vida de esta gran atleta estuvo plagada de adversidades y penurias.

Lo que está claro es que no nació con estrella, bebé prematuro de menos de dos kilogramos soportó una doble neumonía, la escarlatina, la varicela y el sarampión antes de haber cumplido un año de vida y con seis años sufrió un ataque de poliomelitis que por poco la unen a un juego de muletas de por vida. Su pie izquierdo quedó torcido de por vida y esa misma pierna la tuvo paralizada varios años, durante los cuales llevó unos arneses para poder andar. Los médicos aseguraban que nunca caminaría con normalidad, al menos no sin muletas, pero se confundieron.


En los años cuarenta, cuando nació Wilma (23/06/1940) la segragación racial estaba en su apogeo y en los hospitales no estaba permitido prestar atención a los negros por lo que la vida de esta atleta fue una carrera contra reloj desde el momento mismo de venir al mundo. Fue gracias a sus padres por lo que no quedó lisiada de por vida ya que fueron estos los que llamaron a las puertas del Hospital Universitario Meharry, de la Universidad de Fisk, cuya mayoría de estudiantes eran negros y gracias a los cuales Wilma recibio la atención necesaria para hacer frente a la enfermedad. Hasta este Hospital iban y venían dos veces por semana sin importarles los 70 km de distancia que les separaban de su hogar. Así estuvieron durante dos años hasta que nuestra protagonista pudo caminar no sin ayuda de una aparato ortopédico del cual se desprendió a los 12 años. A esa edad ni siquiera necesitaba apoyarse en unas muletas y era la nueva heroína de la casa, sus hermanos la enseñaron a jugar al baloncesto y pronto quiso seguir los pasos de su hermana Yolanda, jugadora de baloncesto. Este afán de superación la llevaron a destacar en el equipo de baloncesto de su instituto, el Burt High School, con el que ganó varios campeonatos escolares. Fue precisamente mientras disputaba uno de estos partidos cuando Ed Temple, responsable del equipo femenino de atletismo de la Universidad de Tennessee se fijó en ella y la invitó a participar en un campus de verano. Entonces Wilma sólo tenía 15 años y en ese preciso momento comenzó su fulgurante carrera en el atletismo.


 Ed Temple se convirtió en su entrenador y junto a él la futura gacela logró una progresión tal que un año más tarde ya estaría disputando los trials que la llevarían a los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 en las pruebas de 200 metros lisos, donde no llegaría a la final y en la de relevos 4x100 en la que ganó la medalla de bronce.

La joven promesa de la selección estadounidense recibió una beca para estudiar en la Universidad de Tennessee y así poder estar más cerca de su entrenador. En 1958 tuvo a su primer hijo y en 1959 fue campeona nacional de 100 metros lisos, un título que consiguió durante tres años consecutivos. En 1960 también ganó los 200 metros lisos pero ese año era Olímpico y su mente estaba en otro sitio: quería ser campeona Olímpica.


No solo cumplió su sueño sino que además en Roma se convirtió en la primera mujer norteamericana en ganar tres medallas de oro en unos Juegos Olímpicos: ganó los 100 metros lisos con tres décimas de ventaja a la británica Dorothy Hyman, ganó el 200 metros lisos e hizo lo mismo en el relevo 4x100 donde además batió el record del mundo (44,4).


Las fotografías de aquel apabullante triunfo muestran a una Wilma guapa y feliz en el podio. Su silueta era sencillamente perfecta, media 1'80 de altura, pesaba 60 Kg y flotaba por delante de sus ribales sin aparente esfuerzo.

Sus triunfos en la capital Italiana la llevaron a conocer al papa Juan XXIII, aunque más ilusión la hizo la fiesta de bienvenida que la tenía preparada su pueblo natal, Clarkville. Una fiesta que estuvo a punto de no celebrarse, ya que la organización no permitía que los negros participasen en ella, a lo que nuestra protagonista se negó rotundamente y gracias a su perseverancia hizo de ese desfile de bienvenida el primer gran acontecimiento multirracial de Clarkville.


A partir de ese momento gran parte de su vida estuvo dedicada a la lucha contra el racismo. En lo deportivo, 1961 fue un buen año para ella, igualó el record del mundo de los 100 metros lisos en Moscú (11,3) y pocos días después lo batió en Sttutgart (11,2). En el mejor momento de su carrera deportiva, cuando la prensa la apodó la gacela negra o perla negra decidió retirarse y cuidar de sus cuatro hijos. Luchó por la integración de la mujer en la sociedad y ayudó a los jóvenes marginales a prosperar a través del deporte gracias a la Fundación que creó. A ella se entregó en cuerpo y alma hasta que a los 52 años se enfrentó a su mayor rival. En 1994 corrió su última carrera, una carrera que no pudo terminar, la carrera contra el cáncer. Un tumor cerebral puso punto y final a su vida, de la misma manera que nosotros ponemos punto y final a esta bonita historia de superación personal.

viernes, 20 de julio de 2012

In Memorian

Llegan los Juegos Olímpicos de Londres, atrás queda un periodo Olímpico de cuatro años y mirando al frente nos esperan 16 días de magia, de superación y del mejor deporte. Para mí los Juegos Olímpicos son una competición especial, el lugar desde donde se escribe la historia y el puerto donde arriba la inmortalidad. Para mí ser Olímpico es un reto sólo por el cual merece hipotecar una vida de sacrificios y como no, también de alegrías. Conseguir una medalla es lo más cerca de lo que un humano estará del cielo a lo largo de su vida y quizás su única oportunidad de besar a Afrodita.

España es uno de esos países a los que los Juegos Olímpicos pone en su sitio y les hace ver que tienen un nivel atlético muy pobre, tanto en calidad como en cantidad. Es una lástima ver como Juegos tras Juegos nos vamos para casa con la nefasta cosecha en medallas y finalistas que conlleva la lamentable administración de una federación como la de atletismo. Es duro ver que a nuestro deporte le puede faltar dentro de unos años un relevo generacional o como las casi insistentes políticas antidopaje son usadas por la presidencia de nuestra federación para encumbrar a tramposos y tramposas de los que me vergüenzo cuando se visten con los colores de mi bandera. Es muy lamentable si, pero ya es lo habitual dentro de nuestra envejecida y obsoleta federación.

Cambiando de tercio, España ha participado en 17 ocasiones en unos Juegos Olímpicos y a lo largo de estas diecisiete participaciones hemos cosechado solamente 11 medallas en lo que a atletismo se refiere. De todas ellas sólo dos han sido de oro. La primera presea de oro llegó de la mano del marchador Daniel Plaza en los 20Km marcha de Barcelona 92. También en esta ciudad Fermín Cacho consiguió nuestra segunda medalla de oro en el 1500m. Medallas de plata hemos acumulado cuatro, una de ellas fue la primera medalla olímpica de la historia de nuestro país, la del marchador Jorge Llopart en los 50Km marcha de Moscú 1980. Las otras fueron las de Antonio Peñalver en el Decatlón de Barcelona, Fermín Cacho en los 1500m de Atlanta 96 y la de Paquillo Fernandez en los 20 Km marcha de Atenas 2004 (Paquillo ha sido sancionado por dopaje así que para mí esta medalla está bajo sospecha).

Además de estas seis medallas también hemos coneguido 5 preseas de bronce. La primera fué la de José Manuel Abascal en los 1500m de los Ángeles 84, la segunda fué la de Javier García Chico en la pértiga de Barcelona, la tercera fué para Valentín Massana en los 20Km marcha de Atlanta, la cuarta fue en la prueba homónima para María Vasco en Sydney 2000. Dicho sea de paso la única fémina por ahora. Y la última fue la de Joan Lino Martínez en la longitud de Atenas. Esta ha sido la cosecha de nuesto paso por unos Juegos Olímpicos.

Los J.J.O.O comienzan a la vez que la puerta de la esperanza se abre. Que Marte prepare a sus guerreros y Zeus reparta gloria a los vencedores.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Un grande


Hay muchos tipos de atletas, tantos como personas, pero hablando exclusivamente desde el plano atlético y para esta entrada yo voy a distinguir únicamente a dos: aquellos que siendo o no mediáticos se dejan ver en distintas competiciones consiguiendo un reconocimiento social y económico bastante elevado pero que nunca llegan a cuajar una gran actuación en unas Olimpiadas o en un Mundial y los que aunque pasen desapercibidos para el gran público y sean menos mediáticos que los anteriores se les recordará de por vida por ser de los pocos privilegiados que se han ganado un sitio en el Olimpo del atletismo, consiguiendo ser el mejor en unas Olimpiadas. Ese reconocimiento no se paga con dinero, se paga con la historia.
Por todo esto es curioso que mientras el gran Bill Rodgers o Alberto Salazar, ganaran los grandes maratones de Boston y Nueva York entre los años 70 y 80, jamás vencieran en unas olimpiadas. Frank Shorter jamás pudo vencer ni en Boston ni en Nueva York, pero sí lo hizo en Munich en el año 1972, precisamente en la ciudad que le vio nacer en 1947. Con un tiempo de 2:12:19 superó al belga Karel Lismont y al atleta etíope Mamo Wolde, defensor del título que obtuvo en México 1968........
Si quieres leer algo relacionado con éste atleta: http://aquisevieneacorrernoapensar.blogspot.com/2011/08/falmouth-road-race.html

miércoles, 17 de agosto de 2011

Falmouth road race

Estamos hablando de una carrera de 7 millas que se disputa todos los años desde 1973 en Cape Cod, Massachusetts.



Durante la maratón de los juegos olímpicos de Múnich 72 (ya dije que estos juegos olímpicos serían el epicentro de varias entradas) Tommy Leonard cerró el bar en el que trabajaba para poder ver la victoria de su compatriota Frank Shorter en la maratón. Tommy Leonard, corredor popular además de afanado servidor de ron pensó que sería la ostia tener al nuevo campeón olímpico en su pueblo. Dicho y hecho, Tommy organizó junto con John Carroll, entrenador del colegio local la primera edición de esta ya tradicional y clasica carrera estadounidense.



La primera edición contó con poco más de 100 corredores y la ganó el estudiante universitario David Duba, que estaba veraneando en Cape Cod. Treinta y nueve ediciones después la Falmouth road race es una de la carreras estadounidenses más multitudinarias, con más de 10.000 participantes en la última edición, ganada por el Keniano Lucas Rotich (6º en los 5000 m.l de los anteriores campeonatos del mundo en 2009). Link con los ganadores de todas las ediciones.


Frank Shorter (y su mostacho) ganando la maratón de los juegos olímpicos de Múnich 72 (2.12’20”)
Tommy Leonard y John Carroll consiguieron que Frank Shorter participara y ganara la 3ª y la 4ª edición de la carrera, en 1976 y 1977, lo que supuso el trampolín necesario para que la carrera se afianzase en el celendario atlético estadounidense.

Muchos atletas y muy míticos han pasado por esta carrera, muchos atletas olímpicos, muchos mundialistas, muchos grandes han corrido y ganado desde entonces esta prestigiosa carrera. Las inscripciones se hacen la primera quincena de Mayo en ésta página www.falmouthroadrace.com , ya advierto que en dos días se agotan. New Balance, la marca del corredor blanco, se ocupa de su patrocinio desde el año pasado y hasta los próximos 10. Muchas son las anácdotas que se pueden sacar de esta espectacular carrera, tantas como para escribir un libro. Y si no que se lo pregunten al gran Alberto Salazar, que en 1978 tuvo que ser ingresado en el hospital al finalizar la carrera en estado crítico debido a un colapso producido por el esfuerzo y el calor. Casi nada para un hombre que ha ganado 3 veces el maratón de Nueva York y una vez el de Boston.

Cuando Bill Rodgers ganó la 5ª edición perdió hasta dinero participando en ella (el mismo lo dijo), solamente ganó una licuadora pero algo tiene que tener esta competición para que repitiese no en pocas ocasiones más, tanto es así que al año siguiente también se llevó la victoria. Pero esto ya es historia, historia atlética de la buena y es que en la última edición el ganador recibió 10.000 dólares y material deportivo para vestir a media África.

Portada de el mundo del corredor de Noviembre de 1978. ¿Alguien se atreve con los que aparecen?....Venga, como calentamiento para el concurso....

Si quieres seguir a la carrera en Twitter, esta es su dirección: @RunFalmouth

Un saludo


lunes, 1 de agosto de 2011

La galopada de Dave Wottle


Si quieres ver la galopada de Dave Wottle en la final de los 800 m.l de Múnich 72 y dejarte de parrafadas y mierda, vete diréctamente al vídeo de abajo y no leas todo lo que viene a continuación y que no tiene nada que ver con lo que nos interesa.
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De nuevo las olimpiadas vuelven a Alemania, esta vez a la ciudad de Munich. Los alemanes tenían la ocasión de mostrar una Alemania muy distinta a la de Berlín 1936.


Estos fueron unos juegos impecables tanto en organización como en preparación, pero desgraciadamente un comando palestino llamado "Septiembre negro" irrumpió en la villa olímpica secuestrando y posteriormente matando a algunos atletas de la expedición Israelí, la organizacion de los juegos suspendio estos durante 34 horas, reiniciandose de nuevo despues de controlar la situacion y de haber hecho un homenaje a las victimas en el estadio olímpico.

Para estas olimpiadas se construyeron infinidad de instalaciones, no se escatimaron recursos, un estadio olímpico para 80.0000 espectadores, un palacio de deportes, varias piscinas, un velódromo, polideportivos con instalaciones auxiliares, un centro de prensa, 48 kilómetros de carreteras, un lago, 32 puentes y la villa olímpica. El gasto de estas olimpiadas fue de 1972 millones de Marcos cifra que se destino e hizo coincidir con el año de celebración de estos juegos.

El tiro con arco fue reintroducido en el programa olímpico después de cincuenta y dos años de ausencia y el balonmano después de treinta y seis años. El slalom en canoa también fue inscrito por primera vez..
En estos Juegos, una de las figuras más destacadas fue el nadador estadounidense Mark Spitz que consiguió siete medallas de oro en las siete pruebas que participó, sumándolas a las que gano en Mexico 1968. El finlandés Lasse Viren se cayó en la final del 10000m, se levantó y realizó un récord del mundo ganando la primera de las cuatro medallas de oro de su carrera. En la lucha libre, el ruso Ivan Yarygin, ganó a sus siete competidores en su primera competición olímpica. La alemana Liselott Linsenhoff, participó en la competición de adiestramiento y se hizo la primera amazona que ganó una medalla de oro en una prueba individual. Otra estrella de los los Juegos en Munich fue la gimnasta soviética Olga Korbut, que tuvo un exito espectacular por equipos.

En los Juegos Olimpicos de Munich 1972 es donde se inicia la costumbre de diseñar una mascota para la olimpiada. En la olimpiada de Munich se diseño un perro salchicha de pelo largo de la raza Cherie von Birkenhof . El nombre de esta mascota es Waldi. Al principio la mascota solo era un complemento más de los juegos pero con el tiempo se ha convertido en algo fundamental.
http://www.todo-olimpiadas.com
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