Siempre reconforta ganar, para que nos vamos a engañar y ese es, al menos para mi el esqueleto sobre el que se sostiene nuestro deporte, al fin y al cabo éste es un deporte competitivo, corres contra ti mismo y contra los demás. Pues como os decía este domingo me pude subir por segunda vez en lo que va de año a lo más alto del pódium en una carrera por las calles de la ciudad que me vio nacer y entre los aplausos y los ánimos de mis paisanos, de mis padres y de mis amigos, no se puede pedir más.
Aunque el tiempo fue discreto no me voy a repetir diciendo que era una carrera no homologada y que tenía metros de más, así que sólo utilizare esta entrada para daros las gracias a todos los que me acompañasteis en este día tan especial, a los que de una manera o de otra hicisteis que este día fuera inolvidable, gracias de corazón. La sensación de subir por la calle ancha entre aplausos y jadeos del público no se paga con dinero.
Llegar a meta y acordarte de la gente que día a día te apoya y te ayuda, de la gente que te quiere y levantar con rabia los brazos diciendo para tus adentros, esto es por vosotros HOSTIA!!!!! Eso pase lo que pase en esta vida, ya nadie me lo quitara.
Gracias
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