miércoles, 28 de diciembre de 2011

Una San Silvestre especial

Comienza la cuenta atrás, dentro de apenas dos días estaremos en la linea de salida de una de las carreras más espectaculares de nuestro calendario, la San Silvestre Vallecana.


Han sido muchas las horas de entreno y los kilómetros acumulados en nuestras zapatillas para llegar a este punto, el punto donde nacen las ilusiones. Los nervios empiezan a aparecer y en nuestro subconsciente no queremos que falle nada, queremos que todo sea perfecto. Es aquí en este punto, a 68 horas de nuestro objetivo, donde nacen cada una de las manías que todos los corredores vamos acumulando con el paso de los años. Es aquí, a día de hoy cuando nos damos cuenta que no hemos comprado esos calcetines que en tal o cual carrera nos fueron tan bien. Es ahora cuando pensamos que ese modelo de zapatillas super rápido nos daría los segundos necesarios para alcanzar la utopía o como esos pantalones que vimos el otro día nos permitirían alargar la zancada por encima del cronómetro.

Pero no nos engañemos, estos días previos a la carrera, a la gran carrera, también son días para afianzarnos en nuestro estado real de forma, tomar conciencia de nuestras limitaciones y analizar objetivamente que errores hemos cometido para no encontrarnos tan "finos" como nos hubiera gustado estar. Son días de recogimiento en los que el más mínimo contratiempo nos altera, son dias, como no, para hablar del circuito y los "pasos" kilométricos con nuestros compañeros de batallas y amigos.

El running al igual que muchos otros aspectos y pasatiempos en nuestra vida es un mundo lleno de aristas y contradicciones, cuando peor llegamos a una competición más esperanzas tenemos puestas en ésta y cuando nuestro estado de forma alcanza su cenit más realistas nos volvemos, es curioso la cantidad de cosas que se le pueden pasar por la cabeza a un corredor horas antes de atarse las zapatillas de competición.

Es ahora cuando nuestro sueño se desvela por una mala pisada o una mala curva, cuando nos acordamos de ese día de tormenta en el que casi cogemos una pulmonía, es ahora cuando se nos pasan por la mente los muchos sacrificios que supone practicar este bello deporte para chavales de nuestra edad, ahora es cuando filosofamos delante del ordenador con retórica de rastrillo para expulsar fuera algún mal augurio que se aferra a nuestro subconsciente.

Es ahora a 68 horas de la competición cuando me atrevo a decir que este año todo será especial, será como debutar en esta carrera tan emblemática, como la primera competición. El año pasado Guillermo nos arrastró a su feudo a tres amigos y este año cada uno de nosotros arrastrará a 4 más a esta bonita y como ya dije en otras entradas, especial ciudad como es Madrid.

No cabe otro escenario más entrañable para plasmar nuestro esfuerzo, para disfrutar de nuestro deporte con las gente que queremos, con la gente como nosotros. No cabe otro día más destacado ni más representativo como es el día de Nochevieja, el día en el que nace una nueva vida y con ella nuevos objetivos, pero siempre con la misma premisa: la de disfrutar en compañía de buenos amigos de lo que más nos gusta hacer en el mundo, correr.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Sobre Canillejas y Cantimpalos

El 27 de Noviembre se celebró la XXXIII edición de una de las carreras populares con más solera de la comunidad de Madrid. Y como ya sabíais por la entrada anterior, allí estuvimos partiéndonos el cobre.

Las sensaciones fueron buenas ya antes de comenzar la carrera, en el calentamiento me di cuenta que ese día las piernas me iban a responder. El primer kilómetro lo hice más despacio de lo habitual en este tipo de carreras donde hasta el abuelo de Heidi se mete el primer mil por debajo de tres. En mi caso salió a 3:08 o así, lento, muy cómodo. Nada más picar el mil comenzó la carrera para mí, empecé a remontar y a correr sólo, hacia delante y en positivo. No tardé en coger al grupo de Rodri y de Ruben, fue cogerlos y ponerme a tirar, así hasta el kilómetro 5, donde empieza la subida hasta casi el kilómetro 7.


Tanto en la subida como un poco antes de llegar a esta la responsabilidad del ritmo corrió a cargo de Rodri, que tiró hasta que las fuerzas le empezaron a flaquear. Cuando se quedó Rodri, me dije, hasta el final, ya solo son 3 kilómetros y medio, amplie zancada y demarraje para arriba llevándome conmigo un nutrido grupo de corredores que bajando los últimos 3 kilómetros Ruben y yo fuimos soltando hasta la meta. Al final no bajamos de 32 minutos, y la verdad es que me fastidió un poco, porque las sensaciones fueron excelentes, pero bueno, corrí en positivo e hice el mismo tiempo en la segunda parte de la carrera que en la primera, 16:02, lo que dice a las claras que podía haberme exprimido más en la primera parte. Estoy contento no obstante, 32:04 para el debut de la temporada. La carrera de nuevo me ha dejado un buen sabor de boca.

La primera semana post-Canillejas ha sido dura, la carrera me dejó las piernas bastante tocadas y hasta las series del sábado no tuve buenas sensaciones corriendo a ritmos medianamente rápidos. Pero apenas sin tiempo para descansar llegó la mañana del miércoles pasado. Con la mente y el ánimo puesto en el cross de Cantimpalos un tirón en las cervicales nada más levantarme me dejó fuera de juego, pensaba que no podría correr en Cantimpalos, la catástrofe se palpaba. Llamé a Ruben, de Fisiorama y no tardó ni dos minutos en ayudarme, cambió a una paciente para otro día y me vio, me causó dolor es cierto, pero no más del que hubiera sentido al no poder correr en Segovia. Salí de la consulta fastidiado, ni si quiera me podía poner recto pero da igual, la ilusión de correr en el pueblo de los chorizos era más que la fuerza que desplazaba mi cabeza hacia la tierra.


Para mí correr este cross era muy importante, es el punto donde confluyen entrenamientos y competición, sentimientos, pasado y futuro, amigos, recuerdos bonitos..... Segovia ha sido mi casa durante los últimos 7 años, correr allí es como correr en casa, como correr en León. Sin conocer lo que siento cuando me acerco a esta tierra o las últimas etapas de mi vida no se puede entender la importancia que suponía correr este cross para mí.

El cross bien, la espalda no me molestó corriendo, si bien es cierto me sentía algo rígido pero al menos me pude calzar las zapatillas y presentarme en la linea de salida. Salimos un poco rápido, pero es normal, al principio todo el mundo busca su sitio. Me coloqué en el grupo bueno, comandado por el gran Fernando Lorenzo y Carlos Gallego. Roberto Ruben Jimenez cerraba el grupo, un buen grupo pensaba yo. Así fué casi hasta mitad de carrera, donde Fernando se puso a correr de verdad y no pude pegarme a ellos, Roberto ya había cedido, me quedé solo y me cogieron por detrás dos chicos, pero también me quede, lo pase mal, las piernas estaban cargadísimas, no sentía los cuádriceps, me dolían muchísimo, pero aguante y me reice.

Pase por el arco de meta y me quedaba una vuelta, para adelante, las pierna iban solas, no eran las pierna que me habían traicionado minutos antes, cojo a quienes me habían dejado y apreto los riñones, solo uno logra aferrarse a mí, trabajo le costó y para delante. Subiendo veo a lo lejos a Carlos Gallego, va mal, a por él, como un caza le cogemos, bajamos la cárcava y enfilamos la última subida y curva de meta, y a dar el resto.


Al final conseguí un 16º puesto que no está mal y una media de 3:15 en los 10.700 metros del cross. Aunque lo que más ilusión me hizo sin duda, fue ver como me animaba la gente de Carbonero, con quien tantos kilómetros he hecho y tan buenos ratos he compartido, eso fue lo mejor de un cross que me supo a pasado y a felicidad. Cuantos recuerdos, cuantos aterdeceres por estos caminos............ Cuan de absurdo es el ser humano, cuan de absurda es la puta vida.

Comiendo junto con Fran y Toño en los Mellizos de Carbonero. Fran también corrió en Cantimpalos y lo hizo muy bien. Muchas gracias por acompañarme

Ahora tengo la mirada puesta en dos sitios, en el fisio, porque sigo fastidiado de las cervicales y no puedo entrenar agusto y en la San Silvestre Vallecana, que ya sabéis lo que me gusta competir en los madriles, pero eso será motivo de otro entrada. Ese será un punto de inflexión en mi quehacer atlético.

Un saludo